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Cómo mantener la dignidad y la autonomía en la vejez

Imagina que a una edad avanzada pierdes la posibilidad de conducir un coche. ¿Cuál sería tu primera reacción? Me sentiría como si alguien me hubiera quitado la libertad.
Lo vería como un cambio natural, pero buscaría formas de mantenerme activo/a.
Debería sentir que soy una carga.
Me centraría en nuevas formas de seguir siendo útil/útil.
Sentiría alivio – menos responsabilidad.

¿Cómo reaccionarías si alguien comenzara a recordarte regularmente los medicamentos que debes tomar? Apreciaría su cuidado.
Me preocuparía que pensaran que no puedo hacerlo.
Les pediría que no lo hicieran – tengo mi propio sistema.
Me animaría a concentrarme más en mi salud.
Lo aceptaría, pero solo de alguien en quien confío plenamente.

Imagina que tus seres queridos te ofrecen mudarse contigo para ayudarte. ¿Cómo te sientes? Agradezco, pero temo que perdería mi privacidad.
Con entusiasmo - la familia es todo para mí.
Dividido – quiero ayuda, pero también mi propio espacio.
En desacuerdo – quiero resolverlo por mí mismo/misma mientras pueda.
Me sentiría controlado/a, no apoyado/a.

¿Qué imagen te resulta más cercana al imaginar un envejecimiento digno? Una persona mayor que conversa con los más jóvenes e inspira a ellos.
Hombre solitario en una casa pequeña con jardín.
La convivencia de varias generaciones bajo un mismo techo.
Una persona que se dedica a sus pasiones: la escritura, la música, los viajes.
Silencio, paz, contemplación en la naturaleza.

¿Cómo reaccionas cuando alguien quiere ayudarte con algo sin que se lo pidas? Aprecio eso, pero en mi mente digo "Puedo hacerlo solo/sola".
Me alegra, es agradable ser percibido/a.
Tengo sentimientos encontrados: entre la gratitud y la irritación.
Depende de a quién se refiera.
Me siento inferior/a, aunque sé que lo dicen con buenas intenciones.

¿Qué idea te da más miedo? Dependencia de otras personas.
Olvido – que se olviden de mí.
Dolor físico y limitación.
Soledad, incluso cuando estoy rodeado/a de personas.
Imposibilidad de expresar tu opinión.

¿Cómo reaccionarías si alguien te propusiera que se encargará de la administración que siempre has manejado tú mismo? Lo tomaría como un alivio: algunas cosas ya son demasiado complicadas.
Definitivamente no – es mi responsabilidad.
Dependería de cómo me lo propusieran.
Lo apreciaría, pero me gustaría seguir formando parte de la toma de decisiones.
Haría eso, pero solo como una ayuda excepcional.

¿Cuál de los siguientes entornos elegirías para tus últimos años de vida? Una casita en algún lugar del campo.
Piso en la ciudad, donde tengo acceso a la cultura y servicios.
Viviendo con la familia en un hogar compartido.
Comunidad de seniors activos con intereses similares.
Lugar donde puedo servir a otros - como mentor, voluntario.

Si tuvieras la oportunidad de escribir una carta a tu yo futuro mayor, ¿qué dirías en ella? "Recuerda quién eres."
"Perdónate más y obsérvate menos."
"Ten paciencia – no tienes que manejar todo de inmediato."
"No te dé vergüenza pedir ayuda cuando la necesites."
"También en ese momento puedes ser un regalo para alguien."

¿Qué tipo de influencia te gustaría tener en las personas de tu entorno también en la vejez? Ser un observador sabio que dirige sutilmente.
Ser una fuente de paz y comprensión.
Ser un miembro activo de la comunidad que impulsa las cosas adelante.
Ser un recordatorio de que la vida es un regalo.
Ser una prueba viviente de que se puede vivir dignamente hasta el final.