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10 - 12 años: Fundamentos de la argumentación y persuasión
Imagina que tu amigo afirma que la mejor comida del mundo es algo que a ti no te gusta. ¿Cómo reaccionarías?
Trataría de explicarle por qué pienso algo diferente, pero respetaría su opinión.
Yo diría que tiene mal gusto y trataría de convencerlo de que mi comida favorita es mejor.
Cambiaría de tema porque eso no importa.
Le preguntaría por qué piensa eso y tal vez consideraría su opinión.
Asentiría, aunque no lo crea, para evitar una pelea.
Si tuvieras que convencer a alguien para que se uniera a tu grupo en un proyecto escolar, ¿cómo lo harías?
Le explicaría las ventajas que obtendría si se uniera.
Diría que los demás en el grupo ya lo quieren y esperan su participación.
Le ofrecería algo a cambio, por ejemplo, ayuda con las tareas.
Lo dejaría decidir por sí mismo y no lo preocuparía más.
Intentaría convencerlo diciendo que todos los demás ya están de acuerdo.
Imagina que quisieras convencer a tus padres para que te dejen dormir en casa de un amigo. ¿Qué harías?
Prepararía una lista de razones por las que es una buena idea.
Les diría que todos los demás pueden y que no es justo.
Intentaría ganármelos haciendo algo que ellos querían que hiciera.
Esperaría el momento adecuado, cuando estén de buen humor.
Les diría que si no me lo permiten, estaré muy decepcionado.
Si tuvieras que convencer a un compañero de clase para que te ayudara con la tarea, ¿cómo lo harías?
Diría que es muy bueno en la materia y que su ayuda me sería de gran ayuda.
Sugeriría que si me ayuda ahora, yo le ayudaré en otro momento.
Intentaría hacerle saber que sería un mal amigo si no lo hiciera.
Le preguntaría si puede darme un poco de consejo y no lo obligaría.
Le pediría a alguien más si pareciera reacio.
Imagina que tienes una nueva compañera en la clase que es tímida. ¿Cómo la convencerías para que se uniera al juego en grupo?
Le diría que el juego es realmente divertido y que le gustará.
Le preguntaría si quiere unirse, pero dejaría la decisión en sus manos.
Sugiero que sería raro si se quedara sentada sola.
Le sugeriría que primero solo mire y luego tome una decisión.
No querría presionarla, pero intentaría motivarla mostrándole cómo se divierten todos.
Si quisieras que el profesor modificara las reglas de la clase según tu propuesta, ¿qué harías?
Prepararía buenos argumentos sobre por qué mi propuesta es mejor.
Diría que la mayoría de la clase está de acuerdo conmigo.
Intentaría encontrar una manera de demostrar que mi propuesta ayudará a todos.
Explicaría que otras clases ya tienen reglas similares.
Intentaría convencer al profesor de que también es beneficioso para él.
Si tuvieras que convencer a alguien de que te confíe, ¿cómo lo harías?
Le mostraría que puede confiar en mí en las pequeñas cosas.
Le diría que la confianza es importante y que debería confiar en mí.
Trataría de actuar de manera que viera que soy sincero.
Le preguntaría por qué no me cree y trataría de solucionarlo.
Tendría cuidado de no mentirle ni en cosas pequeñas.
Si tuvieras que convencer a alguien de que tu película favorita es realmente buena, ¿cómo lo harías?
Le diría cuáles son las reseñas y por qué es popular.
Le describiría la mejor escena de una manera que le llamara la atención.
Trataría de explicarle cómo me siento cuando lo miro.
Propondría que lo veamos juntos para que puedas formar tu propia opinión.
No querría obligarlo, pero le daría una razón por la cual vale la pena verlo.
Imagina que tienes que explicarle a tu hermano menor por qué es importante seguir las reglas. ¿Cómo lo harías?
Le daría un ejemplo de una situación en la que las reglas fueron violadas y resultó en algo malo.
Le diría que las reglas existen para protegerlo y mantenerlo a salvo.
Le preguntaría qué piensa sobre las reglas y trataría de explicarle su significado.
Sugeriría que si no cumple con las reglas, podría tener problemas.
Le mostraría cómo seguir las reglas puede ayudarlo en la vida diaria.
Si tuvieras que convencer a alguien que piensa lo contrario a ti, ¿cómo lo harías?
Primero trataría de entender su opinión, y luego le explicaría mi punto de vista.
Intentaría encontrar puntos en común en los que estemos de acuerdo.
Usaría hechos y ejemplos que apoyen mi opinión.
No me gustaría forzarlo, pero le daría espacio para reflexionar sobre mis argumentos.
Le diría que no tenemos que estar de acuerdo, pero podemos intercambiar puntos de vista.
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