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Viajando con niños: Cómo mantener la calma y disfrutarlo
Imagina que una familia llega tarde al aeropuerto y un niño acaba de rasgarse los pantalones. ¿Cómo reaccionas?
Respiro hondo y convierto la situación en un chiste.
Rápidamente busco una solución: plástico, alfileres, cualquier cosa.
Siento presión, pero callo y actúo.
Comenzaré a culpar a mi pareja, quien debía encargarse de eso.
Tomaré eso como una señal de que estas vacaciones no serán sencillas.
El niño pide la misma canción por décima vez durante el viaje. ¿Qué harás?
Cantaré con él, al menos lo entretendré.
Me pongo los auriculares y finjo que no estoy allí.
Intentaré negociar con él sobre un cambio.
Insisto en la regla: máximo tres veces y suficiente.
Apagaré la radio para que aprenda a respetar el silencio.
En la playa, un niño derramó todo un cubo de arena en tu mochila. ¿Qué te pasa por la cabeza?
Me reiría, ¡es solo arena!
Rápidamente empezaré a salvar lo que se pueda.
Lo usaré como una oportunidad para enseñarle sobre la responsabilidad.
Voy a contar hasta diez para no explotar.
Siento cómo me sube la presión, pero no digo nada.
Antes de irse, el niño no quiere volver a casa. Está enojado, llora. ¿Cómo lo manejas?
Le ofreceré un plan: lo bonito que aún nos espera en casa.
Ignoro eso, el tiempo es tiempo.
Estoy tratando de entenderlo y nos quedaremos un rato más.
Estoy explicando las consecuencias, aunque sé que ahora no tiene sentido.
Le daré tiempo para que llore, luego nos iremos.
¿Cómo es tu idea de viajar idealmente con niños?
Espontáneo, con espacio para descubrimientos y risas.
Planificado al detalle para que todo esté bajo control.
Creativo - con juegos, desafíos, tareas.
Relajadamente, sobre todo sin estrés ni gritos.
Útilmente – para que los niños también aprendan algo.
¿Qué significa para ti "disfrutarlo" durante unas vacaciones familiares?
Cuando todos se ríen y están juntos.
Cuando nada sale mal y todo va según lo planeado.
Cuando tengo un momento para mí.
Cuando veo que los niños han aprendido algo.
Cuando manejamos situaciones inesperadas con perspectiva.
El niño olvidó el juguete en el hotel y te das cuenta solo en la autopista.
Me detendré y pensaré en una alternativa: haremos una "nueva" de otra cosa.
Busco al culpable - ¿quién debía revisarlo?
Propongo que nos la enviemos por correo.
Explicaré la situación al niño para que aprenda a manejar la realidad.
Siento tristeza incluso por él, pero no lo soluciono.
Durante el viaje, habrá una discusión entre los niños. ¿Cómo intervendrás?
Los involucraré en un juego conjunto – desviaré la atención.
Lo resolveré como un juez – de manera justa y rápida.
Los dejaré que intenten resolverlo por sí mismos.
Enviaré a cada uno a un lado diferente del coche y habrá paz.
Las discusiones son naturales – no intervengo de inmediato.
¿Cuál es tu relación con el "plan B" durante las vacaciones?
Lo amo - a veces es mejor que el plan A.
Es un seguro, pero espero que no sea necesario.
Siempre tengo varias opciones en la cabeza.
El plan B es un fracaso - el plan A debe funcionar.
No tengo un plan, resuelvo cuando surge.
Te sientes de vacaciones con los niños como...
Aventurero que explora el mundo a través de sus ojos.
Logística que mantiene todo unido.
Guía que muestra y explica.
Un superhéroe secreto que salva cada situación.
Viajero que siempre aprende, incluso de los niños.
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