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Música y creatividad: Terapia para el cuerpo y la mente
Imagina que te despiertas en un día en el que suena tu música favorita. ¿Cómo reaccionarías?
Me detengo y solo percibo cada tono - como si me hubiera aterrizado.
Me pondré en movimiento: el cuerpo se mueve por sí solo.
Empiezo a pensar en lo que la música quiere decirme.
Intentaré analizar quién pudo elegirla y por qué.
La ignoro, primero necesito organizar mi día.
¿Cuál herramienta describe mejor tu energía?
Percusiones - ritmo, energía, liberación de tensión.
Piano - equilibrio entre armonía y moderación.
Violín - sensibilidad y capacidad de tocar la profundidad.
Saxofón – impredecibilidad y seductora creatividad.
Silencio - no necesito sonido, creo en mi interior.
¿Qué imagen te viene a la mente cuando escuchas la palabra "melodía"?
Río de corriente libre.
Alguien está bailando con los ojos cerrados.
Un recuerdo de la infancia que no es claro, pero es agradable.
Una espiral especial que nunca se repite de la misma manera.
Partitura escrita con precisión y sin errores.
Imagina que la música en la habitación se convierte en algo caótico. ¿Qué harías?
La dejaré actuar - tal vez necesite liberar algo en mí.
Rápidamente busco una manera de apagarla o cambiarla.
Me sumerjo – busco patrones incluso en el caos.
Empiezo a sentirme nervioso – necesito estabilidad.
Me adaptaré; es solo otro color en la paleta del día.
Si pudieras vivir un día como un género musical, ¿cuál sería?
Jazz – improviso lo que venga.
Clásico – me encantan las capas y el significado más profundo.
Ambient – necesito espacio y tranquilidad.
Roca - actúo, rompo, construyo.
Minimalista – menos es más, pero cada detalle tiene sentido.
¿Cómo reaccionas cuando alguien canta desafinado, pero con entusiasmo?
Sonreiré - valoro el coraje y la alegría.
Me molesta un poco, pero no comento.
Me pongo a escuchar – quizás allí haya algo interesante después de todo.
Sugiero suavemente que podría intentar un tono diferente.
Aprecio la emoción más que la técnica.
La música que odias suena de fondo mientras trabajas. ¿Qué harás?
Me aíslo - me concentro solo en mí mismo.
Me pondré mis propios auriculares - necesito mi ritmo.
Estoy tratando de averiguar qué es lo que los demás oyen de ella.
Estoy tratando de aguantar - la adaptación es parte de la vida.
Propongo en voz alta un cambio: que cada uno trabaje de manera eficiente.
Imagina que la música puede curar tus emociones. ¿Cuál de estas situaciones lo necesitaría más?
La ira que se acumula sin estallar.
La tristeza que llevo conmigo desde hace años.
Fatiga de la gente - necesito mi propio espacio.
Presión por el rendimiento - siempre debo manejarlo todo.
Desajuste entre lo que siento y lo que digo.
Cuando estás en una disposición creativa, ¿cuál es tu impulso más común?
Tomaré un bolígrafo y empezaré a escribir sin un objetivo.
Lo anotaré, tal vez lo utilice más tarde.
Empezaré a crear algo con mis manos - dibujo, reparación de cosas.
Crearé un espacio y esperaré a ver qué llega.
Estoy hablando de eso con alguien - necesito un espejo.
Si pudieras dejar solo un sonido atrás, ¿cuál sería?
Susurro antes de dormir.
Ritmo del corazón en el silencio.
Risa de un niño a lo lejos.
El sonido de la lluvia cayendo sobre el metal.
Una melodía que nadie recuerda, pero que cambió algo en él.
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